Hipersegmentación: una visión aumentada del conocimiento de cliente
[Artículo publicado en La Razón edición papel – Domingo 29 de noviembre, 2020]
En este 2020 hemos dado un salto obligado hacia una sociedad hiperconectada en la que, especialmente en los últimos meses, el distanciamiento físico ha potenciado la presencia digital, que ha sido la herramienta primordial para mantenerse conectado. Esta presencia digital que observábamos de manera más tímida hace unos años, ha impulsado un pensamiento transformador e innovador y ha creado múltiples posibilidades alrededor de muchos ejes: han surgido nuevos negocios, nuevos productos o servicios en negocios ya existentes y una nueva manera de relacionarse con el cliente.
En cualquier caso, lo que se percibe en el mercado es que conocer a los clientes continúa siendo algo esencial para el éxito de una empresa. Entender cómo se comportan y cuáles son sus características distintivas nos permite clasificarlos en grupos homogéneos, con necesidades y características similares, para comunicarnos con ellos de una manera personalizada y menos intrusiva. Solo así conseguiremos una comunicación relevante en cuanto a contenido, personalizada en cuanto a canales, respetuosa con los tiempos…
Esta personalización de las comunicaciones se torna una necesidad con un cliente hiperconectado que, al final, se ha vuelto más exigente. Para casi cada transacción notable existe una investigación previa, tanto del producto en sí como sobre la competencia. Esta información permite al cliente tener conocimiento del producto y de los precios, y además espera que también lo conozcamos y actuemos en consecuencia. Hoy en día todos somos conscientes de que nuestros datos –o por lo menos cierta información- están disponibles para las empresas y muchos clientes –especialmente clientes más jóvenes– lo toman como cierto acuerdo tácito: tú tienes mis datos y los vas a usar, úsalos para ofrecerme cosas que me interesen.
La explotación de estos datos nos puede dar un conocimiento tal que nos permita la clasificación de los clientes con un gran nivel de detalle y de granularidad; el objetivo es tender al “segmento de uno”, para poder enfocar nuestras acciones hacia la máxima personalización.
¿Cómo llegamos a este nivel de personalización? ¿Y cómo se puede gestionar?
- El aumento del entendimiento del consumidor. Esto ofrece ventajas competitivas. Conocer sus problemas y necesidades permiten a la compañía posicionarse y darles solución.
- El aumento de eficacia y reducción del coste en acciones comerciales. Al realizar acciones completamente individualizadas obtengo una mayor “conversión”.
- El potencial de mejorar significativamente la satisfacción del cliente y su fidelización. El nuevo cliente hiperinformado que conoce nuestra oferta y la de nuestra competencia al detalle, el auge del comercio electrónico y los nuevos hábitos durante la pandemia y su extensión en mayor o menor medida a los servicios, hacen esencial disponer de una solución que nos permita llegar a los clientes.