Transformación digital eficiente. La racionalización de la necesidad tecnológica

 

[Artículo de Pedro Julián Domínguez, Alliance Manager en Innova-tsn publicado en BIG DATA MAGAZINE]

“Todos somos contingentes, pero tú eres necesario”. El elemento tecnológico, al igual que el alcalde que creó el irrepetible Cuerda, se ha convertido en parte de nuestra esencia social. Está presente en nuestras relaciones, es indispensable en nuestro entorno profesional y personal, e incluso condiciona la identidad colectiva de diferentes generaciones. Con ese contexto es fundamental entender cómo los agentes involucrados en el mercado de la tecnología adaptan su estrategia a la realidad presente y futura, e incluso pueden influir en ella.

Pedro Julián Domínguez

El pasado reciente y el momento actual nos han confirmado que hemos de convivir con la incertidumbre. La disrupción pandémica generó una convulsión de tal calibre que agilizó de manera dramática -y por necesidad- la adopción tecnológica. Desde el punto de vista individual incluso los usuarios menos propensos a la digitalización se vieron abocados a evolucionar. En el espectro corporativo los sectores menos maduros en la interiorización de la transformación tecnológica comprendieron su utilidad y los más avanzados incrementaron su apuesta para dinamizar los procesos ya iniciados. Este auge generó una revalorización de algunas de las grandes compañías globales de tecnología que incrementaron su inversión y su valor de una manera probablemente no esperada.

El pasado 2022, sin embargo, se ha mostrado como un año de fuerte corrección de esa expansión. El contexto macroeconómico sigue sembrado de dudas. La guerra de Ucrania, la alta inflación y la amenaza de recesión se unen a las dificultades sistémicas en el abastecimiento de suministros. El cierre del ciclo pospandémico ha traído también una reorientación de necesidades que han contribuido a una fuerte depreciación de los grandes players de la tecnología y, en consecuencia, ajustes de plantilla y cambios de estrategia. Si observamos, por ejemplo, el enfoque de los tres principales proveedores de nube pública (Microsoft Azure, AWS y Google Cloud) confirmamos que refuerzan su apuesta por la deslocalización de las infraestructuras con el desarrollo de regiones en nuevas ubicaciones, el desarrollo de las mismas con un fuerte compromiso para minimizar su impacto ambiental y la implementación de nuevas herramientas y políticas de seguridad que garantizan la custodia de la información. La continua expansión de su porfolio de servicios y soluciones – más allá de la provisión de infraestructura- les convierte también en un referente en este ámbito para los clientes e integradores. Las nuevas regiones eliminan barreras en los procesos de decisión que utilizaban como argumento la ubicación de los datos en otros continentes o el (mejorable) rendimiento de las comunicaciones.

Este escenario reciente ha afectado de una manera específica a las compañías de software con más histórico en el mercado y que aún conservan una importante base instalada sobre infraestructuras on-premise. El comportamiento mimético del mercado ha contribuido a generalizar la pérdida de valor bursátil, y a ello se ha unido la creciente inquietud por la evolución hacia la Nube de los clientes reforzada por las nuevas capacidades de los hiperescalares. En este caso, muchas de estas organizaciones ya iniciaron hace tiempo un camino que en este momento está adquiriendo un dinamismo inevitable: la comercialización de su producto como SaaS o como PaaS, ofreciendo al usuario pagar por lo que utiliza y no por lo que tiene. Algunas de estas compañías han decidido recientemente desarrollar políticas de fusiones o adquisiciones con el propósito de ganar en competitividad por la amplitud de oferta. Es el caso de Citrix y Tibco o más recientemente, el de Qlik y Talend, por ejemplo.

El escenario que conforma el espectro tecnológico actual se completa con la aparición de nuevos proveedores de nicho con una alta especialización en un tipo de funcionalidad o solución. En ocasiones, incluso, enfocados en un ámbito concreto de un negocio y/o sector. Esto tiene sentido en un mercado donde el ancho de banda en la oferta de soluciones premia la funcionalidad específica como un valor añadido: cuestiones como la experiencia de usuario, el time to maket o modelos de pricing más agresivos suelen ser determinantes en su implantación.

Ante este horizonte ¿qué cabe esperar entonces desde la perspectiva de las compañías proveedoras de servicios y soluciones de tecnología?  La evolución de este segmento del mercado TIC se ha mostrado más constante tanto a nivel global como en términos locales. En una senda de crecimiento sostenido, en España el año 22 finalizó como un buen periodo superando en medio punto el crecimiento mundial cifrado por IDC en el 5,7% respecto al año anterior. La expectativa a corto y medio plazo es que ese incremento de inversión se modere, pero siempre ligado a la senda del crecimiento.

Si analizamos qué motiva a los clientes a invertir hoy en servicios de digitalización encontramos objetivos diversos, pero en muchas ocasiones también complementarios. El principal catalizador de los procesos de decisión actuales es la búsqueda de un retorno a corto plazo.  La eficiencia es un activo que se revaloriza en momentos en los que se dispone de presupuesto y se presume que no por mucho tiempo. El pasado reciente con -quizá- una expectativa demasiado genérica y grandilocuente ha establecido un sesgo de desconfianza que invita a los gestores de activos tecnológicos corporativos a identificar proyectos de alcance manejable y de utilidad casi incuestionable. Esto, lejos de ser una mala noticia, garantiza que compañías de servicios que conozcan el negocio y propongan soluciones tecnológicas solventes, sigan encontrando oportunidades.

El tacticismo llega tras una década de asentamiento de los grandes planteamientos estratégicos de transformación. Con el mapa tecnológico asentado, las organizaciones persiguen diferentes objetivos que encajan perfectamente con la idiosincrasia de un plan de acción mucho más quirúrgico. Uno de los más repetidos es la racionalización en el uso de las herramientas basado no solamente en la simplificación de la arquitectura sino también en la automatización y en la contratación de modelos de licenciamiento basados en el uso. La implantación progresiva de entornos gobernados y la aplicación de metodologías de integración y desarrollo continuo permiten democratizar la utilización de las herramientas incrementando los niveles de seguridad y mejorando su eficacia. Los usuarios ganan en productividad con la planificación automática de procesos, con la reutilización de elementos ya desarrollados y agilizando el acceso a la información. La mayoría de estos proyectos ya no tienen una componente necesariamente transversal y pueden ser desarrollados con alcances incrementales definiendo quick wins tangibles para los decisores y patrocinadores.

Para reforzar esa materialización del valor enfocada en los departamentos de negocio, encontramos otra componente esencial: la adecuación. El desarrollo de soluciones cada vez más adaptadas a una necesidad específica ayuda a mostrar su aprovechamiento y calcular su retorno. Las compañías de servicios que muestren su capacidad consultiva en la traducción del requerimiento de negocio, su conocimiento de las diferentes opciones tecnológicas y su versatilidad en la ejecución, obtendrán la confianza de los clientes y seguirán siendo relevantes en el mercado. Son y serán intérpretes tan necesarios como esa Pangea tecnológica en la que se apoyan, aportando consistencia y continuidad a las corporaciones que las contratan y ayudando a los vendors a optimizar su producto.

Así lo entendemos en Innova-tsn donde durante casi veinte años nos hemos caracterizado por entender las posibilidades que ofrece el valor creciente de la información en un entorno en constante evolución. A pesar de nuestro crecimiento, hemos adquirido la flexibilidad suficiente para afrontar los nuevos retos que nos lanza el mercado y la agilidad para aprender de las nuevas capacidades que nos proporciona la tecnología. Nuestro histórico y dimensión actual nos aporta la experiencia y el potencial requeridos para acometer proyectos de envergadura, y nuestro enfoque hacia el cliente nos convierte en un socio confiable con el que construir relaciones a largo plazo.”