La invasión de los modelos de lenguaje
[Artículo sobre la película La llegada (The Arrival), Denis Villeneuve EE.UU, 2016]
Qué difícil resulta la comunicación en estos tiempos modernos donde el significado de las palabras resulta tan variable según el contexto. En Adiós al lenguaje (2014), Jean-Luc Godard construía un poema fílmico en 3D de vocación testamentaria y sentimiento pesimista donde ya hablaba sobre la necesidad de usar un intérprete para cada palabra que uno emite.
En esta película donde brillan los juegos formales entre el significante y el significado a través de anagramas verbales con imágenes, también aparecen frases como “ya no quiero saber nada de las palabras”. Entre otras referencias el titán del cine francés responsable de Histoire(s) du Cinema (1988-1998) hacía alusión a Mary Shelley y al proceso de escritura de Frankenstein o el moderno prometeo: la novela fundacional sobre la Inteligencia Artificial. Curiosamente dos años después de la película de Godard y uno antes de que se produjera la revolución asociada al uso de los Transformers en el contexto de los LLMs(Large Language Models) se estrenó en cines La llegada (2016) de Denis Villeneuve basada en el relato de Ted Chiang: La historia de tu vida.
El escritor estadounidense ya había realizado una propuesta de terror ontológico sobre la naturaleza de las matemáticas en el relato Dividido entre cero donde creaba una diatriba sobre la consistencia de las mismas para terminar comparándolas con la existencia de Dios.
En la película del canadiense protagonizada por la lingüista que interpreta Amy Adams todo parte de la aparición de unas gigantescas naves espaciales con forma semioval que podría recordar al monolito de 2001: una odisea espacial (1968). Esto es, una nueva disertación sobre el problema de comunicación con una inteligencia extraterrestre plenamente desarrollada: los heptápodos.
Ante el desconcierto, mientras para unos cunde el pánico y los militares piensan únicamente en defenderse y aislarse para poder evitar una guerra, los científicos tratan de establecer contacto. Cada palabra cuenta y un malentendido puede ser terrible dentro de una carrera sin tiempo por el entendimiento con unos extraterrestres que parecen no tener curiosidad alguna por la especie humana. El personaje de Jeremy Renner trata de averiguar sus conocimientos científicos basados en principios matemáticos, mientras que la protagonista a modo de madre comprende que la comunicación debe empezar desde las palabras sencillas para poder edificar a partir de ahí la complejidad conceptual.
Por otro lado, si en Encuentros en la tercera fase (1977) el lenguaje común estaba compuesto por juegos rítmicos musicales, aquí el diálogo a través del habla y la escritura se bifurca. El canal de comunicación más certero es a través de logogramas semasiográficos abstractos con forma circular, destinados a ser entendidos como embeddings, específicamente diseñados para que los humanos los descifren y desarrollen progresivamente una nueva forma de pensamiento no lineal siguiendo la teoría de Sapir-Whorf .
“La memoria no es como esperaba” dice la protagonista. En el relato de Chiang las construcciones de las frases se vertebraban bajo las yuxtaposiciones de tiempos verbales en pasado y futuro. Por su parte Denis Villeneuve, establece un juego formal donde los guiños al paso del tiempo en el cine de Andrei Tarkovsky, los movimientos circulares de cámara, la fragmentación y alternativa ordenación narrativa convergen hacia un territorio fronterizo entre el principio y el final de la historia que revela el auténtico sentido de la puesta en escena. Todo un hito estructural subrayado por el hecho de que la hija de la protagonista se llama Hannah a modo de palíndromo.
Esta misma preocupación por el poder predictivo que lleva asociado aprender un lenguaje permanece presente en su versión de Dune (2021-2024) donde adquirir el conocimiento que ofrecen los Fremen y las reverendas madres Bene Gesserit forma parte del adiestramiento que lleva al joven Paul Atreides a convertirse en el Lisan Al Gaib, esto es el Elegido.
Quizá el extraño poder que recibe la protagonista a la hora de percibir el tiempo se podría entender como el funcionamiento de los LLMs en su tarea de entender frases en doble sentido para generar texto. Después de todo, en plena era de ChatGPT y los derivados del prompt engineering, parece que tras toda la arquitectura epistemológica que esconden, en esencia hay una poética intrínseca que no solo permitirá definir el futuro, sino revelar su auténtica esencia expresiva, más propia del arte.
