¿Estamos preparados para lo que nos depara
el fraude del futuro?

Hemos observado en los últimos años que los fraudes y ciberdelitos están creciendo tanto en número como en su potencial de causar pérdidas. Las empresas han experimentado que incidentes que antes eran atípicos se están volviendo cada vez más habituales.

Son muchos los factores que están propiciando este aumento y es muy complejo anticipar lo que nos depara el futuro, pero algunas opiniones sobre la prospectiva del fraude detallan, entre otros aspectos;

1. Una mayor corrupción de los empleados

Se refiere al empleado que, por una serie de razones éticas y morales, decide que es más fácil ganar dinero de otra forma, que no sea trabajar y, que en solitario o en colaboración, decide defraudar.

Además, cada vez más, se trata de tecnócratas dedicados al fraude “tecnofraucratas” bien preparados y conocedores de los negocios y de los mercados que lo único que les importa es ganar dinero y cuánto antes.

Utilizan su conocimiento y formación y se aprovechan de la ignorancia de otros en la organización para engañarles con tecnicismos y cometer actos ilegales.

2. Una mayor presencia del crimen organizado

Junto con estos empleados preparados cada vez aparecen más las mafias cuya única actividad es dedicarse al delito.

El fraude organizado es el responsable de la mayoría de los fraudes externos y de la casi totalidad del fraude digital o ciberdelito.

Además, resultan altamente peligrosos cuando consiguen la colaboración intencionada o no de algún interno.

3. Más oportunidades para el fraude tradicional

Las sucesivas crisis y la necesidad de crecer y ganar nuevos mercados han llevado a muchas empresas a reducir gastos y a no valorar adecuadamente los riesgos.

Se lanzan nuevos productos sin tener buenos procedimientos operativos, ni contar con la adecuada formación de los empleados que van a operarlos. Esto crea nuevas oportunidades de fraude por errores operativos.

La mayor velocidad y mecanismos para el movimiento de fondos es también un acelerador de las actividades fraudulentas y una barrera a su localización.

Además, las nuevas técnicas de falsificación como el deepfake son también una puerta a nuevos fraudes o a la explotación más exitosa de fraudes conocidos.

4. Mayores amenazas que favorecen el fraude digital o ciberdelito

La interdependencia de las redes y el aumento de la interconexión digital de personas, cosas y organizaciones aumenta el potencial de los ataques contra la disponibilidad de los sistemas que interrumpirán las operaciones y afectarán a la productividad.

Causa especial preocupación los ataques a las infraestructuras críticas que podrían provocar caídas en cascada y afectar de forma imprevista a la sociedad.

La proliferación de Internet de las cosas (IoT) hará que el ransomware evolucione de la extorsión tradicional a nuevos objetivos, se centraran en los dispositivos inteligentes conectados a internet y en objetivos menos tradicionales y más rentables.

5. Aumento de la Información Falsa y Mayores Pérdidas de Información

Las cuentas falsas inteligentes serán extremadamente eficientes a la hora de diseminar mentiras y difundir información distorsionada a través de múltiples plataformas de redes sociales.

Los atacantes conseguirán enturbiar la reputación y la efectividad operativa de su objetivo. Las sociedades se seguirán enfrentando a las noticias falsas y a la manipulación electoral, creciendo la percepción de la vulneración del sistema democrático.

La revelación de información sobre clientes y productos y los secretos corporativos se seguirán filtrando.

6. Consecuencias de los avances tecnológicos en la comisión del fraude

Los fraudes y los ataques vendrán acompañados de los últimos avances tecnológicos. Todavía es pronto para saber cuales serán las consecuencias de la aplicación de la IA, IoT o blockchain en la comisión del fraude y cual podrán ser los nuevos daños y su cuantía.

Lo que no tiene duda es que el malware con IA amplifica las capacidades de los atacantes. Este malware podrá aprender de su entorno y adaptarse para descubrir o crear nuevas vulnerabilidades imprevisibles.

Es presumible también, que los piratas informáticos logren comprometer las redes blockchains para enviar información falsificada, crear y autorizar transacciones falsas y cometer fraudes.

7. Mayor dificultad para la batalla legal

La tendencia es hacia los fraudes multi-jurisdiccionales, fraudes que se realizan en uno o más países y los fondos son transferidos a otros países distintos.

En estos casos se dificulta al máximo emprender y coordinar acciones legales en los distintos países, además de las diferencias en el tratamiento y en la penalización de actividades ilícitas entre países.

Otra tendencia es que los defraudadores están dispuestos a presentar batalla legal incluso alegando daños y perjuicios contra la empresa.

La revelación de información sobre clientes y productos y los secretos corporativos se seguirán filtrando.

Recapitulando…

El fraude no solo ha incrementado en los últimos años, sino que se ha vuelto más ingenioso.

Su impacto alcanza de forma global a todos los sectores y áreas, organismos públicos y privados, y no solo eso, nuestros clientes, usuarios y, tristemente, los colaboradores, se han convertido en los protagonistas de estas historias reales.

Por todo ello, el fraude es una las preocupaciones cardinales en todas las organizaciones, y en la sociedad en su conjunto.

Estamos en la era de los datos y las tecnologías de Inteligencia Artificial, y estos, junto con el conocimiento experto, serán los grandes aliados en la lucha contra el fraude, siendo capaz de analizar millones de datos y de detectar patrones anómalos que están escapando a una supervisión manual.

Los mecanismos tradicionales para atajar estas prácticas se basan en el conocimiento y experiencia, sabiendo cómo se producen y se incorporan procesos que alertan ante actitudes sospechosas.

Sin embargo, esto es tan solo la punta del iceberg. La mayoría de los fraudes no se conocen y saltan estos mecanismos de control. La segunda gran barrera es la velocidad con la que el fraude muta, siempre en busca de nuevas vías para obtener beneficios ilegalmente, consiguiendo saltar controles y pasar inadvertidos.

Y la pregunta es…

¿Estamos preparados para el futuro del fraude?

No es fácil contestar a esta pregunta, pero como organización deberíamos realizar un análisis riguroso y continuo de los riesgos de fraude actuales e ir incorporando las herramientas más vanguardistas que la digitalización nos está ofreciendo, que sin duda van a utilizar nuestros adversarios (la tecnología es al mismo tiempo la amiga-enemiga del fraude).

Incorporar modelos predictivos e Inteligencia Artificial para la prevención, detección, persecución y mejora continua es vital. Si no estamos preparados para utilizar estas herramientas con efectividad en nuestra lucha contra el fraude, la respuesta probablemente a la pregunta sea “no”, y puede ser que cuando queramos empezar ya sea demasiado tarde.

Autora de este artículo:

Marta Villén Sotomayor, Secretaría General de la Asociación Internacional para la Cooperación en la Prevención del Fraude (ICPF).

Innova-tsn colabora con ICPF. Aquí puedes ver el webinar que llevamos a cabo el pasado 16 de diciembre: “Soporte Analítico para la identificación de fraudes”. En esta sesión, Arantxa Ortiz, Head Of Advanced Analytics & Big Data en Innova-tsn compartió las claves para adoptar una estrategia integral de lucha permanente contra el fraude: Conocimiento, Eficiencia y Persistencia.