La importancia de una buena estrategia de datos

La digitalización en el Sector Asegurador

ARTÍCULO PUBLICADO EN LA REVISTA  SINIESTRO (JULIO 2022) – Por: Carolina Martínez, Gerente de Operaciones en Innova-tsn.

 

En la era de la digitalización, los datos representan el activo fundamental de cualquier clase de empresa, incluyendo a la que forma parte del sector asegurador, pues resulta indispensable manejar, analizar y aplicar una gran cantidad de información, para automatizar procesos, eficientar la gestión interna y mejorar de manera continua la experiencia del cliente.

Por ello, la definición e implantación de una estrategia de datos se considera una línea clave dentro de los objetivos de una organización, ya que proporciona un conocimiento común de las principales variables, lo que facilita la colaboración entre las áreas de la empresa y contribuye a reducir el tiempo de comercialización (time to market).

El principal objetivo de una estrategia de datos es la creación de una solución, en forma de plataforma informacional, que permita satisfacer las necesidades identificadas por la compañía no solo en la actualidad, sino también en un horizonte temporal alineado con el plan estratégico a medio plazo (entre tres y cinco años), y que tenga la flexibilidad suficiente para evolucionar cada vez que cambien las necesidades.

Una solución así permite a la empresa disponer de una base sólida para afianzar su actividad, que garantice una única fuente de la verdad para toda la organización, asegure la disponibilidad de datos de calidad, gestionados y gobernados de acuerdo con políticas bien definidas, y sea el punto central de acceso para cubrir las necesidades de explotación analítica y de negocio que se vayan identificando. En definitiva, el fin de una estrategia de datos es obtener la deseada golden source.

 

LOS BENEFICIOS DE UNA PLATAFORMA CON ESTAS CARACTERÍSTICAS SON CLAROS:

 

  • Repositorio corporativo con toda la información de interés para la aseguradora.

Simplifica el acceso a los datos y garantiza la disponibilidad de estos en tiempo y forma.

  • Garantía de idoneidad y calidad.

Reduce esfuerzos de tratamiento de información en el momento de dar cobertura a las necesidades de explotación de la información.

  • Centralización.

Facilita la gestión de las políticas de seguridad y control de acceso, de manera que sean claras y adecuadas en función de la sensibilidad del dato y de sus posibles usos.

  • Políticas definidas de gobierno de datos.

Permiten conocer, por ejemplo, el origen, concepto de negocio, tratamiento realizado e histórico disponible de los datos, proveyendo a la organización de la trazabilidad necesaria para garantizar el uso correcto de la información en cada momento.


Al valorar las características y capacidades que debe tener una plataforma informacional es importante que la aseguradora tenga en cuenta su estrategia corporativa, en función del grado de madurez previsto para un determinado horizonte temporal. Por ejemplo, la tendencia de incorporar información no estructurada –proveniente de conversaciones del call center, imágenes del siniestro, dispositivos IoT y redes sociales, por mencionar algunas posibilidades– conlleva la necesidad de contar con tecnologías de almacenamiento y tratamiento tanto para este tipo de datos como para la ya tradicional información estructurada.

Además, la aseguradora no debe olvidar los diversos requerimientos regulatorios, por ejemplo, en materia de seguridad y protección de datos, que pueden afectar sus decisiones con respecto a algunos aspectos fundamentales, como la posibilidad de utilizar la nube, puesto que las condiciones a cumplir dependen de aspectos muy variados, entre los cuales cabe recordar el tipo y naturaleza del dato, la localización geográfica del usuario, la regulación específica y los socios de negocio.

Finalmente, la aseguradora tiene que considerar y gestionar de forma adecuada el impacto organizacional de su estrategia, ya que una plataforma de datos exige la existencia de órganos de gobierno específicos y roles individuales con funciones y responsabilidades claramente definidas en relación con, por ejemplo, el papel de los datos en la organización, las reglas para su uso y tanto la definición como el seguimiento de las prácticas para la gestión de la información. Todo ello conlleva nuevas formas de trabajo y, por ello, el planteamiento de una adecuada política de gestión del cambio facilitará la adopción de las nuevas prácticas por parte de todas las personas implicadas y evitará la adopción de procedimientos o herramientas poco eficientes. La involucración de toda la organización en este proceso es fundamental para conseguir una sólida cultura de datos.

En conclusión, la obtención de valor a partir de los datos es un factor diferenciador de cualquier aseguradora, pues la dota de las capacidades necesarias para enfrentarse a los retos actuales y futuros, como la creación de estrategias personalizadas y adaptadas al enfoque omnicanal, el diseño de procesos desasistidos (RPA) que respondan a las necesidades de los clientes y la obtención de conocimiento específico de utilidad para alinear las decisiones con el comportamiento previsto del mercado. Por tanto, la adopción corporativa de una estrategia de datos que saque provecho de estas capacidades permite a las aseguradoras ofrecer productos y servicios más eficientes y de mayor valor añadido, lo que constituye una ventaja competitiva.