El Autobús de la Solidaridad

El sentir en Innova-tsn siempre está de lado de los más vulnerables y, en esta ocasión, no podía ser de otra forma: teníamos que actuar de inmediato y nos unimos a la ayuda humanitaria del Autobús de la Solidaridad.

La Fundación Ana Carolina Díez Mahou y El Legado María de Villota, junto a seis voluntarios (dos conductores, un traductor y tres voluntarios), dieron comienzo a su travesía solidaria el pasado martes 8 de marzo, viajando desde Madrid hasta Medyka, ciudad fronteriza entre Polonia y Ucrania, en un viaje solidario en autobús para dar apoyo logístico con ropa, alimentos y medicinas y, además, ayudar a 55 refugiados ucranianos a reunirse con sus familias en España.

Etapa 1: Madrid - Burgos - Vitoria - Irún - Burdeos - Lyon

El viaje comenzó de madrugada, con los voluntarios emprendiendo camino a las 6:00 AM.

El autobús con 65 plazas disponibles y cargado con medicamentos y víveres, salió de Madrid rumbo hacia la frontera de Francia, pasando por Burgos, Vitoria, Irún, Burdeos, hasta llegar a Lyon.

Esta etapa transcurrió sin incidencias, sin embargo, supuso un esfuerzo mayúsculo para los dos conductores, que no dejaron de conducir noche y día para poder cumplir la ruta establecida.

Pese a la fatiga de los kilómetros, el grupo continuó su viaje hasta el siguiente destino, descansando por turnos dentro del autobús.

Etapa 2: Estrasburgo - Praga - Polonia (Jaworzno)

autobús de la solidaridad 4

La segunda etapa tenía como objetivo acercarse lo máximo a la frontera de Ucrania, cruzando las emblemáticas ciudades de Estrasburgo y Praga, para llegar finalmente a Polonia.

El trayecto comenzó atravesando Alemania con un tiempo inmejorable. En varias paradas para repostar, los voluntarios se encontraron con furgonetas de españoles con el mismo objetivo que ellos, dar apoyo humanitario.

Una vez alcanzaron Polonia, comenzó la búsqueda de un lugar donde poder pasar la noche, pero resultó ser más complicado de lo esperado. Esta iba a ser la única parada en la que los conductores iban a poder dormir en una cama durante todo el viaje y, aunque fueron a penas 5 horas de descanso, resultaron suficientes para poder retomar el viaje con energía. 

Etapa 3: Recogida de refugiados en Medyka y Cracovia

El tercer día comenzó a las 5 de la mañana y, tras unas horas de viaje, el autobús llegó a Medyka, frontera de Polonia con Ucrania. ¡Primer gran objetivo del viaje alcanzado!

Llegados a este punto, se produjo el emotivo encuentro entre los 36 primeros refugiados ucranianos, principalmente mujeres y niños, y el grupo de voluntarios españoles. Poco a poco, fueron ocupando sus asientos en el autobús para emprender camino a Cracovia, donde se unieron a la expedición humanitaria 19 ucranianos más. 

Al mismo tiempo, los voluntarios estuvieron durante horas gestionando, con la ayuda del traductor y su familia, la entrega de la comida y todos los medicamentos, destinados a los hospitales de Kiev

A día de hoy, tenemos certeza de que todo ese cargamento se ha repartido en Kiev.

Etapa 4: Comienza la vuelta a España

Una vez recogidos a los 19 refugiados ucranianos restantes en Cracovia, el autobús inició su ruta de vuelta, cada vez más cerca de su objetivo final. La noche fue tranquila y permitió que jóvenes y adultos descansasen dentro del autobús unas horas.

A las 7 de la mañana hicieron la primera parada técnica para poder estirar las piernas y coger fuerzas con un desayuno caliente. 

El viaje de vuelta, atravesando toda Alemania durante el día, transcurrió tranquilo, ofreciendo fruta, golosinas y algunos regalos a los niños, haciéndoles sentir arropados.

Los voluntarios no dejaron de animar a todos los ocupantes del autobús, intentando desviar su atención de lo que habían dejado atrás, en la medida de lo posible, y conseguir que este viaje fuera lo más acogedor para ellos.

Entrada la noche, dejaron París al norte y siguieron su ruta hacia la frontera de Francia con España.

Etapa 5: ¡Llegada!

Por fin llegó el día: ¡pisaron tierra española!

El autobús hizo su última parada en Vitoria, donde tuvieron una cálida acogida por todos los trabajadores y el dueño del bar en el que fueron invitados a desayunar. 

Los refugiados empezaron a desembarcar, arropados por el caluroso aplauso de todas las personas que se desplazaron hasta Plaza de Castilla en Madrid para su recibimiento: familias, amigos, voluntarios y responsables de las entidades.

Un emotivo momento de reencuentro, donde las lágrimas y la esperanza tomaron un papel protagonista.

 

Cuaderno de bitácora del viaje, por 6 voluntarios

6:00 AM. No queda nada para empezar. Estamos terminando de cargar el autobús con la ayuda humanitaria. Unos minutos y arrancamos motores. Emprendemos el viaje hacia Medyka, frontera polaco-ucraniana, con el autobús de 65 plazas. Salimos de Madrid con el objetivo de ayudar a los refugiados de este conflicto. Todo apoyo que podamos brindar será poco, pero tenemos que hacerlo.  

14:30 PM. El viaje está transcurriendo sin incidencias, hemos parado a comer y repostar; aún nos queda un largo camino. No dejamos de pensar en lo que nos vamos a encontrar y en la gente que está sufriendo esta situación. Las medicinas y alimentos que llevamos serán de gran ayuda para los ucranianos. Dejamos España y empezamos la travesía por Francia.

22:00 PM. Hemos alcanzado Lyon, se hace tarde y debemos organizarnos por turnos de descanso en el autobús, para que siempre haya, al menos, dos o tres de nosotros despiertos, acompañando a los conductores. Descansar en el autobús no es lo más cómodo, pero no nos importa, todo sea por esta buena causa.

6:00 AM. Iniciamos el segundo día, entrando en Alemania y pasando por Estrasburgo. El tiempo nos acompaña y ayuda a que el viaje sea más llevadero.

10:00 AM. Hemos parado a repostar y desayunar y, casualidades del destino, ¡nos hemos encontrado con más voluntarios españoles! Vienen desde distintos puntos de nuestro país, pero todos compartimos destino y carga: alimentos y medicinas para los refugiados. Es cierto que la generosidad atraviesa fronteras. Dejamos Alemania y comenzamos a atravesar República Checa. Nuestra motivación y entusiasmo van en aumento a medida que avanzamos.

20:00 PM. Hemos dejado atrás algo más de 2.000kms. Está siendo muy difícil encontrar un lugar donde poder pernoctar. Hoy será el único día que descansaremos en una cama en este viaje, pero está mereciendo la pena. No paramos de conocer a gente que busca lo mismo que nosotros, echar una mano y ayudar a quien más lo necesita. 

5:00 AM. 5 horas de sueño han sido suficientes para continuar el viaje. Hoy, por fin, nos dirigimos a Medyka, nuestro primer gran objetivo. Todavía es de noche, como la mañana que salimos hace dos días, pero lo único que queremos es llegar cuanto antes.

10:00 AM. Hemos llegado a Medyka, donde nos ha recibido el hermano de Alex, nuestro traductor, que se desplazó 700 kms desde la población polaca donde reside actualmente. Él fue quien nos facilitó los contactos ucranianos que nos iban a ayudar a gestionar la entrada de comida y medicamentos que transportábamos y poder entregarlos en su destino final: los hospitales de Kiev. Dado que los hombres no pueden salir de Ucrania, tienen que ser mujeres las que entren en Polonia conduciendo los transportes y, tras cargar la mercancía cerca de la frontera, vuelven a conducir los vehículos de vuelta a Ucrania,  donde otros civiles que cooperan con el ejército ucraniano, recogen las furgonetas y transportan la mercancía hasta los hospitales de Kiev. Debido a la distancia existente desde la frontera polaca hasta Kiev, tienen que realizar estos trayectos en pequeñas furgonetas y por distintos itinerarios, con el fin de pasar desapercibidos y no ser detectados ni intervenidos en el camino.

Tiene lugar el momento más emocionante de todo este periplo: hemos conocido, por fin, a las 36 primeras personas que van a venir con nosotros a España. Personas, todas ellas, que, hasta hace unos días, estaban haciendo vida totalmente normal y que, de la noche a la mañana, se han visto inmersas en este conflicto. Algunos han pasado tres días a la intemperie, esperando nuestra llegada, con temperaturas de 5 grados bajo cero.

Una vez con ellos a bordo, tomamos dirección a Cracovia para recoger a 19 refugiados más. 

20:00 PM. Por fin en Cracovia, vamos al encuentro de las personas que quedan por embarcar en nuestro autobús. Es duro pensar que en esas pequeñas maletas han tenido que empaquetar toda una vida.  

7:00 AM. Comienza un nuevo día, una nueva esperanza. Hoy está siendo un poco más complicado organizarnos: hemos pasado de ser 5 personas a ser más de 60. Gracias a nuestro traductor, las cosas empiezan a tomar otro color.

11:00 AM. El viaje transcurre tranquilo y sin incidentes, agasajando a los niños, y no tan niños, del autobús con todo lo que podemos. En esas caras risueñas se entrevé la tristeza de quien ha tenido que dejar su vida atrás. 

21:00 PM. Las paradas en el día de hoy han sido mucho más frecuentes, pero estamos siguiendo el itinerario marcado. El cansancio empieza a hacer mella en todos nosotros, aunque no nos impide seguir motivados por la consecución de nuestro objetivo: reunir a todos los refugiados con sus familias en España.

7:00 AM. Nuestra parada del desayuno ha sido en un restaurante a las afueras de Vitoria, donde, al contrario que en muchos de los lugares en los que hemos estado, nos han recibido muy amablemente y, al decir que éramos 61 personas, sólo nos han puesto facilidades. Una vez han empezado a tomar nota del desayuno, tras comentarle a la simpática camarera de donde veníamos, se metió en cocina y, minutos después, salió con el dueño del establecimiento y nos dijo que estaba todo pagado, que él sentía que tenía que colaborar, en la medida de sus posibilidades. Lógicamente, han tenido que fregar el restaurante, del baño de lágrimas que ha habido.
Mira que hay buena gente en el mundo, y en España más.

Continuamos nuestra ruta hacia Madrid, cada vez más cerca y, por tanto, más y más emocionados.

13:15 PM. ¡Llegamos a Plaza Castilla! Nunca nos hubiéramos imaginado el recibimiento tan cálido y sincero que nos esperaba a nuestra llegada, con carteles de bienvenida y rodeados de familiares, compañeros, voluntarios y responsables de las distintas entiades. Las emociones estaban a flor de piel y será un momento que no olvidaremos jamás.

Finaliza aquí nuestro viaje, pero comienza una nueva etapa para estas 55 personas, la cual seguiremos muy de cerca, pues ya ocupan un pedazo de nuestro corazón.

¡Gracias a todos los que habéis colaborado y habéis hecho posible realizar este viaje!

Héroes, son todas esas mujeres y niños, que han dejado a sus maridos, a sus padres y sus hogares, y han sido obligados a empezar de cero en un lugar extraño, con la esperanza de poder volver y reconstruir su vida. HÉROES en mayúsculas.

Antonio, Marcos, Bernardo, Oleksiy, Fernando y Mariano: ¡Gracias por vuestra generosidad, por vuestro cariño y por hacer posible una iniciativa de tal magnitud! 

Seguiremos en contacto con todos ellos para continuar ayudándoles en su adaptación a su nueva vida en España. Esta historia no acaba aquí.